MUJERÓN EN TENDENCIA
- Masiva Masiva
- 2 jul
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Actualizado: 4 jul
Luz Hernández nos cuenta cómo usar la tecnología, comunidad y error como motores de crecimiento

1. Lucía, estuviste en el II Foro Iberoamericano de Turismo con un 'doble sombrero': como Directora de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE) y con tu propia empresa, Metódica, a cargo del desarrollo de la plataforma web del evento. Más allá de los títulos, ¿qué significó para ti estar en ambos lados del mostrador, como organizadora estratégica y como ejecutora en el terreno? ¿Qué te enseñó esa doble perspectiva?

Ese doble rol fue, sin duda, uno de los mayores aprendizajes. Fue un ejercicio constante de equilibrio y de saber poner límites. Por un lado, está mi gran amor y compromiso con FIJE, una organización que busca generar un impacto enorme. Por otro, como empresaria, tengo una responsabilidad ineludible con mi equipo en Metódica y con la excelencia de nuestro trabajo.
El desafío principal fue la gestión del foco: saber conscientemente qué sombrero llevaba puesto en cada momento. Para poder realmente entregar mi 100% como directora de FIJE durante el evento, tomé una decisión estratégica clave: llevé a Luciana, una pieza fundamental de mi equipo, para que ella fuera la cara y la líder de Metódica en el terreno. Fue un acto de confianza y delegación.

Esa doble perspectiva me enseñó que, a veces, el mayor acto de liderazgo es reconocer que no podemos ni debemos hacerlo todo. Se trata de conocer nuestros límites, confiar en nuestro equipo y empoderarlos para que brillen. Solo así podemos realmente estar presentes y aportar el máximo valor en el rol que nos toca jugar.
2. Eres una Alquimista Digital, experta en ecosistemas complejos. En foros como este se habla mucho de estrategia, de políticas y de grandes planes. ¿Cómo haces para traducir esas conversaciones de alto nivel en acciones o ideas concretas que una emprendedora y tomadora de decisión de la comunidad Mujerón pueda aplicar mañana mismo en su negocio para hacerlo crecer?
Mi primera reflexión sobre eso es que esas conversaciones de alto nivel no deberían quedarse 'a puertas cerradas'. El valor que se genera al escuchar la realidad de una ciudad desde la voz de su gobernador, de sus comunidades indígenas y de sus emprendedores locales es inmenso. Personalmente, aprendí muchísimo en esos espacios, y se hizo evidente que todavía tenemos un campo enorme para mejorar la articulación y, sobre todo, para 'bajar a tierra' los grandes proyectos.
Mi rol como 'Alquimista' es precisamente ese: ser un puente. Es tomar la riqueza y la complejidad de esas mesas de diálogo y encontrar la forma de 'traducirlas', de destilar su esencia para que sea útil y accionable para quien está en la trinchera del día a día. Se trata de preguntarnos: 'De todo esto que se habló, ¿qué pequeña idea, qué contacto o qué nueva perspectiva le sirve a un Mujerón que lidera un negocio o es tomadora de decisión a nivel institucional?'. La verdadera innovación no ocurre en una sala de conferencias, sino cuando esas ideas bajan a la calle y se convierten en soluciones reales.
3. En el foro se habla de la gran alianza entre gobierno, empresas y academia. Llevémoslo a la práctica: ¿Cuál es ese primer paso, por más pequeño que sea, que una tomadora de decisión pueda tejer su propia red de colaboración efectiva y dejar de sentir que tiene que remar sola?
Lo digo con total convicción: las comunidades son una necesidad vital para cualquier líder y tomadora de decisión. El primer paso, y el más poderoso, es buscar y unirse activamente a una. Y no se trata solo de estar en contacto con personas que viven lo mismo que una, aunque ese apoyo emocional es fundamental. El verdadero poder de una comunidad es que multiplica exponencialmente los recursos que tienes a tu disposición.
Cuando participas en una comunidad como Mujerón, no solo accedes al conocimiento y la experiencia de las demás, sino también a su red de contactos. De repente, tienes a tu alcance puertas que antes no veías, que te conectan con programas de impacto, fondos de inversión, capacitaciones de alto nivel y todas esas iniciativas que se están tejiendo entre los distintos sectores.
Si no somos parte de esa red, es muy difícil que por nuestra cuenta lleguemos a esa pieza de información clave, a esa conexión inesperada que puede generar un punto de inflexión positivo en nuestro negocio. Por eso, mi consejo es ese: no subestimen el poder de la comunidad.
4. Desde tu experiencia impulsando jóvenes empresarios y siendo vos misma una innovadora, ¿por qué es tan importante que nos demos permiso para ser disruptivas, para probar ideas que parecen locas, para hablar sin miedo y, sobre todo, para usar el 'error' como la herramienta de aprendizaje más potente que tenemos?
Quiero responder a esto con una de las historias más importantes y formativas de mi camino emprendedor: la de Red Wara. Este proyecto nació de la forma más orgánica, de reuniones online entre amigas durante la pandemia donde nos apoyábamos mutuamente. De ahí creció una empresa con una misión hermosa: brindar herramientas, soporte y guía a mujeres emprendedoras en sus primeras etapas, trabajando desde sus creencias limitantes hasta sus mayores potencialidades. Llegamos a impactar positivamente a 34 mujeres de 8 países, creando una comunidad intercultural increíble.
Pero, y aquí viene el gran aprendizaje, me equivoqué. Mi pasión por el impacto fue tan grande que desenfocó la necesidad de construir un modelo de negocio sostenible. Invertí mis ahorros y todo mi corazón, pero al final, tuve que tomar la difícil decisión de cerrarla. En su momento, se sintió devastador.
Hoy veo que, lejos de ser un fracaso, Red Wara fue mi maestría más valiosa. Me enseñó, en la práctica, que el impacto sin sostenibilidad no perdura en el tiempo. Por eso, hoy abogo tanto por darnos permiso para intentar, para arriesgarnos y para equivocarnos. En el error se abosorve la data más real que una puede conseguir para el siguiente intento. La disrupción y la innovación no nacen de la perfección, nacen de la valentía de probar y de la resiliencia para aprender de cada caída.
5. Desde tu experiencia con la tecnología, los negocios y las instituciones ¿Cuál es ese consejo fundamental que le darías a una mujer que lidera su proyecto y siente que la tecnología es un monstruo gigante? ¿Por dónde se empieza para que la tecnología se vuelva una aliada y no una fuente de estrés?
Para esto es una herramienta y, más importante aún, una filosofía. La herramienta que recomiendo a empresas de todos los tamaños es Notion. Es una base increíble para crear un sistema a medida, desde centralizar información hasta conectar automatizaciones. Las posibilidades son infinitas.
Pero la filosofía es la clave: a veces, es mejor saber 'quién sabe', antes de querer aprenderlo todo. Por eso, mi recomendación más honesta es: inviertan en un consultor o experto que les arme el sistema a su medida. El objetivo no es que se vuelvan expertas en Notion, sino que se hagan expertas en SU PROPIO sistema.
He visto cómo, en solo dos horas de trabajo mano a mano, una emprendedora puede tener un sistema base que le agrega valor desde el día uno. ¡Y lo mejor es que la herramienta base es gratis!
Personalmente, cuando afronto una nueva herramienta, sigo tres pasos: primero, veo tutoriales en YouTube para entender qué es capaz de hacer. Segundo, juego con ella, la pruebo, me equivoco, sin miedo. Y solo cuando decido que es la correcta para una implementación seria, voy a la documentación oficial. La tecnología debe adaptarse a ti, no tú a ella. Y a veces, la decisión más inteligente es pedir ayuda para construir esa base.
6. Pensando en empresas y marcas creadas por mujeres entre 27 y 60 años —tal como las que son suscritas, lectoras y participan en eventos de Mujerón by Masiva— ¿Qué consejo práctico le darías para crear una colaboración con otra empresa o emprendedora? ¿Cuál es el secreto para que esa alianza realmente funcione, genere valor para ambas y no se quede solo en una buena intención?
Para mí, el secreto no está en el 'qué', sino en el 'quién'. Todo se reduce a la persona. ¿Nos entendemos? ¿Miramos para el mismo lado? ¿Compartimos los mismos valores fundamentales? Antes de cualquier cosa, para que yo pueda trabajar con alguien, tenemos que estar alineadas en la ética de trabajo, la honestidad, la transparencia y el profesionalismo.
Mi principal señal de alerta, la 'bandera roja' que nunca ignoro, es la falta de escucha activa y la resistencia a la autocrítica. Si me encuentro con una persona que cree que ya lo sabe todo y no tiene espacio para aprender o para cuestionarse, sé que no hay lugar para co-crear, que es la base de cualquier alianza exitosa. Mi equipo y yo necesitamos un terreno fértil para proponer, aprender y crecer juntos.
Así que mi consejo práctico es este: antes de hablar de números, de porcentajes o de tareas, tómate un café (o varios) con esa persona. Hablen de la vida, de lo que las mueve, de cómo manejan los problemas. Antes de firmar cualquier papel, asegúrate de que estás firmando un pacto de valores y de respeto mutuo con la persona que está al otro lado de la mesa.
7. Para cerrar y conectar todo esto con la comunidad que nos acoge: después de vivir la potencia de la colaboración en un gran foro y en tus propios proyectos, ¿qué mensaje le darías a esas mujeres del mundo que están leyendo, quizás dudando, sobre por qué unirse a una comunidad como Mujerón?, estés en el país que estés.
Admiro profundamente a Silvana, incluso desde antes de que Mujerón naciera. Verla crecer y materializar esta comunidad tan hermosa, que ya tuve la increíble oportunidad de conocer personalmente en el retiro de Costa Rica, es para mí un recordatorio diario del porqué hago lo que hago.
En Mujerón no solo encontré mujeres admirables que, como yo, lo están dando todo por trascender y dejar una huella. Encontré un espacio que es, en sí mismo, un ejemplo vivo de lo que se puede lograr cuando una persona persiste y sigue el camino de su propósito con valores innegociables.
Por eso, mi mensaje para quien esté dudando es este: unirse a Mujerón no es solo sumarse a un grupo de networking. Es darse la oportunidad de caminar acompañada por mujeres que te entienden, te impulsan y te recuerdan, cada día, que no estás sola en esta valiente y a veces solitaria aventura de emprender. Es la inversión más rentable que pueden hacer: invertir en su red de contención, de inspiración y de crecimiento.
Documentos finales del evento dónde está plasmada su participación:
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